RELOJ

Ha llegado el otoño (Cuento)


¡Qué desayuno tan rico

habían preparado

papá y mamá aquella

mañana! En la mesa

de la cocina había un

plato de tostadas y

grandes vasos de leche.

Todos los días Dani y

Dina tomaban un

buen desayuno. Mamá

decía que es muy

importante desayunar

bien para estar fuerte

durante la mañana y

la seño también se lo

decía, así que tenía que

ser verdad.




Cuando Dani terminó

su vaso de leche sintió

un ruidito en los

cristales de la ventana.


-¿qué suena?

-Preguntó a Dina.


- No sé, vamos a ver


Se asomaron a la

ventana y ¿sabéis lo

que era? En el cielo las

nubes tapaban el sol y

llovía. Además el

viento soplaba fuerte.




-¡Qué bien! Mamá nos

dirá que nos pongamos

las botas de agua.


Así fue. Mamá entró en

la cocina y les dijo que

se pusieran las botas

que habían comprado

en la zapatería. Las de

Dani eran de color

amarillo, del mismo

color que tenían las

hojas de algunos

árboles.


Se pusieron también el

impermeable y con el

paraguas de Dina, que

era grande, se taparon

los dos y se fueron al

cole. Todos los niños

llevaban botas aquel

día, unos de color rojo,

otros de color

amarillo... y

todos estaban

contentísimos porque

pisaban los charcos y

no se mojaban los pies.









Como


todos los días al llegar

al cole, Dani se colocó

bajo el árbol de Coco, el

pajarillo, esperando

que su amigo bajara a

tomarse el trocito de

pan que siempre le

traía. Coco era amigo

de todos los niños de la

clase y cuando salían

al recreo revoloteaba

alrededor de ellos. Otras

veces volaba hasta la

ventana de la clase y

miraba cómo los niños

hacían sus trabajos.


Pero aquella mañana

Coco no aparecía. En el

suelo del recreo había

muchas hojas de color

amarillo y el viento,

que soplaba fuerte,

estaba dejando peladas

las ramas del árbol de

Coco. Pero... ¡dónde

estaría Coco? No había

ni rastro de él. Lo

buscaron por otros

árboles pero tampoco

estaba. Entonces la

seño, que lo sabe todo,

les explicó lo que

ocurría.









Cuando las

hojas de los árboles se

ponen de color

amarillo, el viento

sopla fuerte y llueve, es

que ha llegado el otoño.

Como los árboles se

quedan sin hojas, los

pajarillos no pueden

vivir en ellos y se

marchan a otros

lugares en los que el

viento no sopla.


Pero no había que

preocuparse porque

Coco volvería. Cuando

los árboles tuvieran

hojas otra vez vendría

de nuevo al jardín del

cole. Sólo había que

esperar. Además la

seño les prometió que

ella traería a la clase

un animal para que

todos los niños lo

cuidaran y fueran sus

amigos. ¿Qué animal

os gustaría tener a

vosotros en vuestra

clase?

3 comentarios:

  1. ¡Qué cuento más bonito! No lo había escuchado nunca. Me encanta. Se lo leeré a mis niños. Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Hola guapisima, te he dejado un regalito en la siguiente dirección
    http://gemi-premiosencantados.blogspot.com/
    un besazo

    ResponderEliminar
  3. Hermoso cuento! lo tendré en cuenta para la próxima temporada.
    Antoñita yo también venía a dejarte un premio y me temo que es el mismo...lo que vale es la intención ¿no? Está en mi blog de premios:
    http://regalosdemisalaamarilla.blogspot.com/2011/10/blog-adorable.html

    BESITOS!

    ResponderEliminar

Entrada más reciente Entrada antigua Inicio